miércoles, 4 de marzo de 2009

Cuestión de sentido

Me resulta interesante la manera en que me enseñaron sobre los sentidos. Aunque siempre se apresuraban a decirme que todos jugaban un papel esencial en la vida del ser humano. Sus acciones mostraban que existía un rango oculto para cada uno. Y el más alto o privilegiado correspondía a la vista. De ahí que siempre era el primero en ser estudiado y al que más tiempo se le dedicaba. También comencé a oír frases que validaban esta idea: “Ver para creer”, “Lo vi con mis propios ojos”. Y así con mis ojos bien abiertos lo observé todo y creí todo lo que vi.
Pero un día en la clase de física hablaban sobre ondas electromagnéticas. Y aunque al principio estuve aburrido la profesora llego a un tramo que acaparó por completo mi atención.



El espectro de luz visible, se me ocurrió preguntar:
-¿Cómo vemos las cosas?
- De manera sencilla, la luz choca con los objetos. Una parte es absorbida por estos y otra se rebota. Llegando a nuestras retinas que la convierten en señales eléctricas que el cerebro después procesa.
-Pero esto significa que lo que vemos es solo luz reflejada. Y puede o no tener nada que ver con el objeto real.
-Bueno, yo no lo diría así, pero sí.
Entonces salí corriendo y comencé a escuchar al viento mover las hojas, me deslumbro el aroma de las frituras de la abuela. Una brisa me susurró te quiero en la nuca y un beso me hizo olvidarlo todo. Y en este estado de éxtasis fue cuando me capturaron con los brazos extendidos hacia ella.



-No, no, es que solo quiero verla.



Los sentidos
por Amado Nervo

Niño, vamos a cantar
una bonita canción;
yo te voy a preguntar,
tú me vas a responder:
Los ojos, ¿para qué son?

Los ojos son para ver.
¿Y el tacto? Para tocar.
¿Y el oído? Para oír.
¿Y el gusto? Para gustar.
¿Y el olfato? Para oler.
¿El alma? Para sentir,
para querer y pensar.

Imágen sacada de: http://www.mlahanas.de/Greeks/Arts/VenusMilo2.jpg

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